6 avances en tecnología que han mejorado la salud
Inteligencia artificial, Big Data, IoT, ChatBot, blockchain, impresión 3D, realidad aumentada, nanotecnología, son términos que han invadido los medios en la última década. Detrás de ellos se encuentran algunos de los avances tecnológicos más importantes de este siglo XXI. Estos avances en tecnología están revolucionando la industria, los servicios e incluso las relaciones sociales. Y el mundo de la salud no es ajeno a todos ellos.
En esta entrada vamos a poner de manifiesto cómo estas nuevas tecnologías han irrumpido en el sector de los cuidados sanitarios. Cómo mejoran sustancialmente la capacidad de respuesta frente a las enfermedades, así como a la calidad de vida de las personas en cuanto a su salud se refiere.
La IA (inteligencia artificial) y el big data
Si bien la IA no es una tecnología reciente, sí lo es su uso generalizado. Esto se debe al gran avance en las capacidades de almacenamiento y procesamiento de grandes cantidades de datos (Big Data) de los equipos informáticos actuales. De la mano del aprendizaje automático (machine learning) la IA es una realidad en el mundo de la salud, como ya se ha comentado en este blog.
IoT y ChatBots
El internet de las cosas, IoT de sus siglas en inglés, es la tendencia cada vez mayor de conectar dispositivos cotidianos a la red, de forma que están constantemente enviando datos para su análisis en tiempo real. Gracias a esta tecnología, el desarrollo de wearables relacionados con el cuidado sanitario ha sufrido un desarrollo exponencial en los últimos años. Existen desde relojes y pulseras inteligentes que monitorizan el ritmo cardiaco, los niveles de glucosa, la presión arterial, la actividad, el consumo de calorías o el sueño de las personas, hasta ropa inteligente o sensores adheridos al cuerpo. Un ejemplo destacado de este tipo sería el reloj embrace que detecta un posible ataque epiléptico y avisa a los cuidadores. También la camiseta Nuubo que monitoriza a pacientes con dolencias cardiacas mediante el registro del electrocardiograma con estándares clínicos y otras mediciones para anticiparse a posibles riesgos cardiacos.
Los ejemplos anteriores, como los ChatBots, están estrechamente relacionados con el Big Data y la IA. Los ChatBots son programas informáticos capaces de mantener una conversación y dar respuestas acertadas sobre un determinado tema para el que han sido programados. En este caso, los ChatBots evitan que los pacientes tengan que ir a la consulta en un primer contacto ante dolencias leves, evitando así colapsos y sobrecarga de los facultativos. Además, pueden servir para recolectar datos epidemiológicos o realizar campañas de comunicación sanitaria. Un ejemplo es el healthbot de Acuam.
Blockchain
La cadena de bloques o blockchain es la tecnología que sustenta las criptomonedas, como el bitcoin. Esta tecnología funciona como una gran base de datos distribuida que permite el almacenaje, protección y trazabilidad de datos. Su aplicación puede ser muy amplia, desde las propias criptomonedas hasta las cadenas de suministro en industrias como la energética, la farmacéutica o la alimentaria. En el campo de la salud, una contribución muy importante sería el historial clínico único y controlado por el propio paciente, de forma que éste tendría a disposición, tanto propia como de sus médicos autorizados, toda su información clínica: pruebas, tratamientos, hospitalizaciones, alergias, medicación, etc. con total trazabilidad para evitar duplicidades, registrar tratamientos o fármacos que han surtido efecto, detectar negligencias… Todo esto solamente es un planteamiento en la actualidad, aunque ya existen algunos agentes que prestan este servicio, como aetsoft.
Impresión 3D
La impresión 3D está muy presente en la industria y en las últimas fechas hemos visto como muchas empresas se han adaptado para aportar su granito de arena en la lucha contra el coronavirus, fabricando pantallas protectoras y piezas para respiradores artificiales. Sin embargo, esta tecnología también permite generar modelos muy realistas para ensayar operaciones complejas. Además ha ido más allá con la bioimpresión de órganos y tejidos, dejando vislumbrar en un futuro no muy lejano su posible gran contribución a la medicina de los transplantes.
Realidad aumentada
A diferencia de la realidad virtual en la que el escenario generado está en un espacio virtual, como unas gafas opacas de realidad virtual, la realidad aumentada agrega elementos artificiales en un escenario real. Esta tecnología combina los elementos físicos del entorno de forma interactiva. Desde simulaciones anatómicas para aprendizaje médico a la proyección sobre el propio paciente de pruebas radiológicas o reconstrucciones de tejidos en 3D que dotan a los médicos de información adicional en tiempo real, incluso durante una cirugía. Claros ejemplos ya en uso son las HoloLens de Microsoft para estudiantes de anatomía o la detección de las venas de un paciente mediante AccuVein.
Nanotecnología
La nanotecnología o robots diminutos, que se miden en nanómetros. Son una tecnología que aún tiene mucho camino por recorrer en su desarrollo, sin embargo, empiezan a surgir algunos proyectos pioneros. Esta tecnología pretende llevar la medicina al nivel de la célula, para el suministro de medicamentos, terapias genéticas o diagnósticos in vivo. Cobra especial relevancia en ciertas situaciones como la quimioterapia contra el cáncer, en la que la terapia quedaría dirigida únicamente contra las células cancerosas. En el caso de los implantes, los nanosensores podrían detectar fases tempranas de infección o rechazo e incluso iniciar una medicación in situ automática. La Universidad del País Vasco tiene un grupo de investigación enteramente dedicado a estas cuestiones y ya ha desarrollado un apósito biodegradable con nanofibras que actúa como segunda piel y favorece la cicatrización en heridas crónicas.
Consejos para prevenir la osteoporosis
La osteoporosis es uno de los mayores problemas de salud en los países desarrollados, y por eso es fundamental intentar prevenirlo cambiando algunos hábitos de nuestra vida.
¿Qué es la osteoporosis?
Consiste en una alteración de los huesos que hace que pierdan masa ósea. El hueso con osteoporosis es más frágil y por lo tanto más susceptible de sufrir lesiones (sobre todo fracturas de vértebras, costillas y cúbito).
¿Quién puede sufrirla?
La osteoporosis ocurre con mayor frecuencia en adultos mayores. Las mujeres tienen más probabilidades de padecerla que los hombres (sobre todo a partir de los 50 años). Esto se debe a varios factores: por un lado, las mujeres tienen menos masa ósea que los hombres, y por otro, tienden a vivir más y a absorber menos el calcio.
Es importante destacar que está considerada como una enfermedad silenciosa, porque no causa síntomas hasta que aparecen las fracturas. Por esto insistimos en que hay que cuidarse antes de que aparezcan los daños.
¿Cómo podemos prevenir la osteoporosis?
Es fundamental la prevención para evitar complicaciones que puedan derivar en una discapacidad . La mejor forma de hacerlo es cuidar nuestra alimentación desde la infancia y continuar con los buenos hábitos durante toda la vida. Aunque no hayas llevado una buena alimentación en los años anteriores, nunca es tarde para empezar.
Alimentos que ayudan a prevenir la osteoporosis
El calcio es el nutriente más importante para lograr un adecuado pico de masa ósea.
La mejor fuente de calcio que tenemos en la alimentación es la que proviene de los lácteos. Se recomienda tomar entre 2 y 4 raciones de lácteos todos los días para cubrir las necesidades de calcio.
Algunos alimentos que contienen calcio son: la leche, los yogures, el queso, las legumbres, los frutos secos, el salmón, el brócoli, las espinacas o la col.
Junto con el calcio, la Vitamina D es esencial para la formación de hueso. Su papel es ayudar a que el calcio de la dieta se absorba mejor. El pescado azul, las setas, la leche de vaca o los huevos son alimentos ricos en esta vitamina. También es importante salir a pasear, la luz solar es fuente de vitamina D (siempre con protección solar).
No nos podemos olvidar de la actividad física. Tiene numerosos efectos beneficiosos para la salud de las personas de todas las edades. Favorece el desarrollo del hueso y la formación del mismo.
Te recomendamos caminar 30 minutos cinco días a la semana, o 50 minutos tres días a la semana.
El sedentarismo, sin embargo, produce una importante pérdida de masa ósea. La actividad física también favorece la movilidad, la agilidad, incrementa la fuerza muscular y la coordinación, reduciendo las caídas, las fracturas y sus consecuencias.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta los hábitos nocivos que debemos descartar de nuestra vida, para evitar la aparición de la osteoporosis. Debemos suprimir el alcohol y el tabaco.
Neurotecnologías para la rehabilitación
La recuperación de la movilidad o de la comunicación siempre han ido de la mano de los nuevos avances que se han producido a lo largo de los años. Supone un gran esfuerzo para la comunidad científica, pero gracias a ellos conocemos mejor la información acumulada en el cerebro humano. Por ello, desde ViveLibre te queremos contar por qué es imprescindible la investigación en el campo de la neurotecnología para la rehabilitación.
¿Qué es la neurotecnología?
La neurotecnología es una disciplina que aúna dos ramas apasionantes de la investigación, como son la neurociencia y la tecnología. Cuando escuchamos el término neurotecnología, probablemente lo asociemos con algunas ideas que hayamos visto en películas de ciencia ficción como, por ejemplo, Avatar. En ella veíamos como una persona podía controlar un avatar simplemente con su pensamiento, y percibir e interactuar con su entorno como si fuese él mismo. O quizás se nos venga a la cabeza la película Matrix, en la que el protagonista, Neo, era capaz de aprender Kung-Fu en un instante mediante un implante cerebral.
Pues bien, aunque en la actualidad puede que no estemos tan lejos de algunas de estas aplicaciones, en este artículo queríamos esbozar algunos conceptos para que el lector pueda hacerse una idea de lo que es real y lo que no hoy en día.
¿Cómo funciona?
En primer lugar, debemos saber que las neurotecnologías se basan en la adquisición de la señal eléctrica que genera nuestro cerebro conocida como electroencefalograma (EEG), que se realiza normalmente en el cuero cabelludo mediante gorros o cascos con electrodos.
Este tipo de señal es muy difícil de interpretar a simple vista. Cada electrodo registra la información de miles de neuronas, que además se distorsiona al atravesar los tejidos (hueso, pelo, vasos sanguíneos, etc.) hasta que llega al electrodo.
Es necesario utilizar algoritmos de aprendizaje automático (machine learning en inglés) que descifren esta información y la transformen en un comando con el que controlar un dispositivo, por ejemplo, una silla de ruedas. Esta es la tarea que realiza el interfaz cerebro-ordenador (Brain-Computer Interface en inglés).
¿Para qué sirve?
Ahora bien, ¿qué tipo de información del cerebro son capaces de descifrar estos interfaces a día de hoy? ¿Pueden leer la mente? La respuesta más sencilla sería que la neurotecnología aún no ha legado a ese punto, que lo que hacen es encontrar patrones comunes de actividad cerebral que ocurren cuando realizamos ciertas actividades.
Por ejemplo, cuando intentamos mover o imaginamos que estamos moviendo nuestra mano derecha, se produce una activación en una región en el hemisferio izquierdo que podemos detectar fácilmente.
Hoy en día hay estudios en marcha en los que se está trabajando también en decodificar las palabras que está imaginando una persona, pero aún estamos lejos de esto.
¿Cómo podemos aplicar la neurotecnología en la rehabilitación?
Podemos imaginar múltiples usos para estas tecnologías. El que más nos interesa en ViveLibre es el que tiene que ver con la rehabilitación o con la asistencia a personas con discapacidad.
En ese sentido, ya se han publicado diferentes estudios en los que los interfaces cerebro-ordenador se han utilizado para controlar dispositivos para la rehabilitación. Personalmente he tenido la oportunidad de participar en dos de ellos. En el primer estudio piloto, 4 pacientes con lesión medular controlaban mediante un interfaz cerebro-ordenador un exoesqueleto, o lo que es lo mismo, un armazón robótico que les ayudaba a mover sus piernas.
En el segundo estudio, 5 pacientes también con lesión medular controlaban mediante sus señales cerebrales un estimulador eléctrico. Una corriente eléctrica provocaba el cierre de su mano cuando ellos enviaban la orden.
¿Qué podemos esperar en el futuro?
Algunos de vosotros pensaréis que, si ya se ha conseguido realizar esto en un laboratorio, por qué no vemos estas tecnologías aún por la calle. Aún hay muchas dificultades que de ellas en mi opinión es que aún no existe ningún dispositivo que registre la señal cerebral que sea realmente preciso y portable. Los sistemas más utilizados aún requieren el uso de cables, amplificadores, etc. que hacen inviable que una persona lo lleve puesto durante su vida cotidiana.
Algo parecido ocurre con los exoesqueletos, aún no son lo suficientemente flexibles y ligeros como para que su uso se generalice. Pero lo que parece claro, en mi opinión, es que poco a poco iremos viendo estas tecnologías en clínicas, hospitales y más adelante en las calles. Entonces la neurotecnología podrá permitir comunicarse o caminar a aquellas personas que han perdido esas capacidades.