Tecnologías de la información y autonomía personal
Las nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados, al igual que se desarrollan nuevos usos que no hubiésemos imaginado. Las tecnologías de la información no se quedan atrás. Contamos con múltiples aplicaciones novedosas para facilitar la vida de las personas. Por ello, vamos a analizar cómo afectan a la autonomía personal.
¿Qué es la Tecnología de la Información?
Entendemos por Tecnología de la Información aquellas aplicaciones que se le dan a los equipos de telecomunicaciones y ordenadores para la transmisión, el procesamiento y el almacenamiento de datos. Este concepto es muy amplio y abarca cuestiones propias de la informática, la electrónica y las telecomunicaciones.
En el día a día, entendemos este término como un campo asociado a los ordenadores. También comprende otras tecnologías como la televisión y los teléfonos móviles, entre otros muchos dispositivos.
Avances en el campo de la tecnología
Tenemos que en los últimos años se han producido grandes avances en el campo de la tecnología de la información. Cada vez se transfiera y procesa información a una mayor velocidad y con mayor eficiencia. Esto ha hecho que los dispositivos sean cada vez más pequeños y al mismo tiempo con mucha más potencia. Un procesador hoy es capaz de realizar tareas que hace apenas 10 años eran impensables.
Uno de los avances más significativos de la Tecnología de la Información en el campo de la salud ha sido el desarrollo de los relojes inteligentes. En un principio, estos smartwatches solo eran capaces de medir el número de pasos que una persona realizaba al día. Han ido avanzando exponencialmente y ahora incluso son capaces de conseguir monitorizar la frecuencia cardíaca o la saturación de oxígeno en sangre segundo a segundo.
¿Y cuál es el principal beneficio que nos otorgan estas herramientas? Lograr realizar un seguimiento mucho más preciso y continuo del estado de salud de las personas.
Si pensamos a largo plazo, analizando las tendencias de los patrones se podrían determinar los niveles de autonomía de cada usuario. Es posible ya predecir posibles necesidades que un individuo tenga a medio plazo, y tratar así de preservar y también actuar con tiempo para fomentar la autonomía personal.
¿Por qué queremos impulsar la autonomía personal?
Fomentar la autonomía es algo imprescindible en nuestras vidas. Hay que tener en cuenta que conforme vamos avanzando en la edad, perdemos movilidad y, en consecuencia, merma nuestra capacidad de autonomía. Como resultado, las tareas sencillas resultan cada vez más complicadas de realizar.
Vivimos más años, y es importante retrasar el momento en el que realizar estas tareas cotidianas se convierta en un esfuerzo extraordinario. Poder tener una vejez útil en la que seamos capaces de realizar nuestras funciones con calidad de vida es importante personal y económicamente. Pero además, esta pandemia ha demostrado lo importante que es poder continuar en nuestro propio entorno el máximo tiempo posible.
¿Cómo mejoramos nuestra autonomía con las Tecnologías de la Información?
Anteriormente hemos mencionado que ciertos dispositivos son capaces de registrar los pasos u obtener la frecuencia cardiaca. Con esta información se pueden obtener patrones de movilidad y actividad que pueden ser empleados para determinar periodos sedentarios o de baja actividad física.
Con ello, se puede alertar al usuario de que lleva demasiado tiempo sentado, presenta patrones tortuosos en la marcha o dificultades en conciliar el sueño. Incluso a raíz de estas alertas se pueden realizar recomendaciones como dar paseos, realizar ejercicio o tomar infusiones relajantes.
Hacia el infinito y más allá
Los últimos avances en las Tecnologías de la Información han permitido un procesado de la información cada vez más rápido y efectivo. Hasta la fecha, se permite el estudio de varias métricas referidas a las constantes vitales como la frecuencia cardiaca o la saturación de oxígeno en sangre. Esto es solo el comienzo ya que se está tratando de medir otro tipo de variables como los niveles de insulina.
Por lo que el campo de las Tecnologías de la Información tiene un gran potencial a la hora de aportar información que se puede emplear posteriormente para ayudar a incentivar y reforzar la autonomía del usuario. Y esto es solo el comienzo. No hay límites para mejorar nuestra independencia a través de las soluciones avanzadas que estamos desarrollando.
Neurociencia y deporte: Aplicaciones
Cuando escuchamos la tan manida expresión mens sana in corpore sano quizá no somos conscientes de hasta qué punto tiene un fundamento científico sólido. La interrelación entre cuerpo y mente afecta de manera decisiva a nuestro bienestar físico, hasta extremos que quizás no habíamos imaginado. Es por ello que, en los últimos años, se está utilizando el conocimiento desarrollado en el área de la neurociencia para mejorar el rendimiento deportivo.
¿Cómo puede la neurociencia mejorar el rendimiento deportivo?
Cuando practicamos deporte, todos hemos sido conscientes del papel decisivo que juegan las habilidades mentales en nuestro desempeño. La concentración, la visión espacial o el control de la ansiedad son algunas de las capacidades que se pueden entrenar. Existen en el mercado diferentes tecnologías que permiten el entrenamiento específico de estas habilidades. Por ejemplo, el sistema Dynavision-D2 se centra en mejorar el tiempo de reacción y la coordinación ojo-mano. Esto es esencial en muchos deportes, como, por ejemplo, el tenis.
¿Se puede entrenar la actividad cerebral?
Existen más habilidades a entrenar además de las que hemos mencionado anteriormente haciendo uso de la neurociencia. Podemos encontrar qué tipo de actividad cerebral o qué áreas del cerebro están más involucradas en el rendimiento deportivo y tratar de potenciarlas. Por ejemplo, en el artículo de 2018 de Pereira , encontraron que los sujetos que presentaban una mayor desincronización del ritmo mu (actividad cerebral que presenta una frecuencia entre 8 y 12 Hz) eran los que mejores resultados presentaban en una competición de tiro olímpico. Conociendo cuál es la actividad cerebral que queremos potenciar, se puede hacer uso de un interfaz cerebro-ordenador. De esto ya hablamos en un artículo anterior de este blog, para entrenar y mejorar estos ritmos específicos.
Entrenamiento de la imaginación motora
Existe una amplia evidencia de que el entrenamiento mediante imaginación motora mejora el rendimiento deportivo. ¿En qué consiste? En imaginar de la manera más realista posible el movimiento que el deportista va a tener que realizar en la competición real. Por ejemplo, imaginar cómo golpeamos con la raqueta una pelota de tenis. La repetición sucesiva de esta imaginación produce a la larga una plasticidad cerebral que se traduce en una mejor realización de dicho movimiento en la competición real. De nuevo mediante los interfaces cerebro-ordenador, se puede diseñar una aplicación en la que el deportista pueda entrenar la imaginación de un movimiento específico.
¿Veremos este tipo de aplicaciones en la alta competición?
Ya hay equipos de fútbol profesional que utilizan estas aplicaciones relacionadas con la neurociencia, como el Borussia Dortmund de Alemania. En mi opinión, estas tecnologías tendrán un papel cada vez más importante en la alta competición. Especialmente en aquellos deportes en los que llegar un segundo antes o después puede suponer la diferencia entre ganar o perder, como pueden ser el atletismo o la natación. Es posible incluso que se llegue a producir en el futuro algún tipo de control de “dopaje tecnológico”. Así se evitaría que algunos deportistas puedan hacer uso de implantes que potencien sus habilidades. Sin duda, será interesante ver qué nos puede deparar en el futuro la conjunción de deporte y neurociencia.