Wearables ¿futuro o presente inmediato?

Están de moda, eso es indiscutible. En onomásticas, cumpleaños, fechas señaladas o épocas de compras es el regalo estrella. Todo el mundo quiere llevar uno, me refiero a los wearables, que disparan sus ventas con cualquiera de las excusas mencionadas. Estos dispositivos electrónicos incorporados en nuestro cuerpo con los que interactuamos de manera continua para múltiples usos dictan cada vez más nuestras acciones.  Relojes inteligentes, zapatillas de deporte con GPS o pulseras electrónicas que miden nuestras constantes son solo los ejemplos más evidentes de un mercado cada día más incrustado a nuestras vidas.

 

Tecnología wearable

 

Podemos decir que Los wearables, la “tecnología wearable” ponible o vestible, está formada por los dispositivos electrónicos inteligentes incorporados a la vestimenta o usados corporalmente. Como implantes o accesorios que pueden actuar como extensión del cuerpo o mente del usuario y cuyo objetivo es monitorizar determinados parámetros relacionados, en su mayoría, con la salud.

El ejemplo que a buen seguro te resultará más cercano, por lo extendido de su uso, es el de las pulseras de actividad y los smartwatch (los consabidos relojes inteligentes) que tan de moda están en los últimos tiempos. Estos populares wearables, dependiendo del modelo, pueden incluir numerosas funciones y aportar multitud de dato. Desde la medición de distancias recorridas o el ritmo cardíaco hasta el grado de saturación de oxígeno en sangre o calidad del sueño. Todo puede monitorizarse y la información que recogen puede ser visualizada bien en el propio dispositivo y/o en la web del fabricante o desarrollador, con el fin de poder analizar posteriormente los datos.

En general, el abanico de prestaciones de esta tecnología es amplio. Conviene diferenciar entre su uso como accesorio de moda, como facilitadores de un estilo de vida más saludable o en el aspecto más serio como utilidad médica de seguimiento y control en personas con patologías concretas.

 

Usos sanitarios de los wearables

 

Conviene aclarar que lo más importante ante cualquier enfermedad o problema de salud es tener un diagnóstico y tratamiento clínico correcto, y este debe darlo un profesional médico. Pero es cierto que la tecnología, a través de la digitalización de la salud, puede ayudar a predecir determinadas situaciones o controlar determinadas patologías. Todo ello que depende del desarrollo de modelos predictivos de machine learning, para que los datos generados y recopilados por los wearables estén bien definidos, sigan normas claras y puedan ser trasformados en información relevante a la hora de interpretarse profesionales clínicos.

Sin obviar el interés que puede tener para el ocio y el entretenimiento, donde los cascos de realidad virtual y gafas de realidad aumentada son un buen ejemplo, los usos sanitarios son los que generan más interés y demanda. Actualmente podemos monitorear, analizar, controlar o medir de forma estricta:

 

  • Ritmo cardíaco.
  • Nivel de azúcar en sangre.
  • Saturación de oxígeno.
  • Quema de calorías.
  • Pasos andados.
  • Presión arterial.
  • Ejercicio realizado.
  • Liberación de ciertos bioquímicos.
  • Patrones del sueño para valorar su calidad.
  • Nivel de estrés.
  • Adherencia de los usuarios a los tratamientos a través del recordatorio de la medicación.
  • Temperatura corporal.
  • Humedad del organismo.
  • Actividad cerebral.
  • Posibles caídas a través de sensores dispuestos en la plantilla del calzado.
  • El freezing o congelación de la marcha en pacientes con Parkinson.
  • Alcohol​.
  • Riesgos para la salud.
  • Constantes vitales.
  • Estado de salud general.
  • O incluso detectar la depresión.

 

 

Como todo, este control debe realizarse con una profesional supervisión externa y no invasiva y una vigilancia personal admisible. Ya que podemos caer en obsesionarnos con nuestra salud más allá de los límites aceptables sin llegar en ningún caso a la hipocondría.

 

Futuro de los wearables

 

El futuro de los wearables en cada país para poder usarlos de forma masiva en el ámbito de la salud estará relacionado con su economía, su dificultad para el acceso al internet y sus índices de analfabetismo digital.

Las grandes empresas del sector están apostando por esta tecnología ya que se encuentran entre las fuentes de ingresos y nuevos usuarios de más rápido crecimiento y con más proyección a futuro. Eso implica grandes inversiones que redundará en nuevos, y a buen seguro, sorprendentes e interesantes usos y aplicaciones a corto plazo.

Predecir su futuro no es fácil porque cuando el presupuesto es grande la imaginación también lo es. Y seguro que en breve será habitual ver cómo se incorporan a esta tecnología parches, anillos, gafas, zapatillas, tejidos y más variedad de soportes y nuevas aplicaciones que llevarán el control de nuestra vida hasta el punto que estemos de acuerdo aceptar.

El ya imprescindible smartphone parece que solo es la punta del iceberg de los deseos que tenemos los humanos de estar conectados, medidos y vigilados. O no…

El tiempo lo dirá, y lo hará rápido, seguro.


Cuando el 3D revolucionó la vida de las personas con discapacidad

La carrera tecnológica puede dejarnos sin palabras ante las cosas que se han logrado en los últimos años en casi todos los sectores. Técnicas como la impresión en 3D ha logrado con muy poco, mejorar la vida de muchas personas con dificultades de acceso a la tecnología, en rincones de todo el planeta. También ha conseguido dotar de mayor bienestar a las personas con discapacidad.

 

3D: impresión y tecnología para todos

 

Así, la proliferación y el desarrollo cada vez mayor de esta tecnología permite crear objetos y servicios para un uso sencillo y adaptado a muchas necesidades. Ejemplo de ello son las sillas de ruedas personalizadas, numerosas prótesis, soportes para la formación…

Pero además, la impresión en 3D permite personalizar fácilmente cada dispositivo para el usuario. De manera más rápida y a un coste sustancialmente más bajo. Sin olvidar que en muchas ocasiones incorpora también componentes estéticos que hacen que percibamos de una manera distinta la discapacidad, especialmente en los niños.

Por eso, de todas las ramas profesionales, la medicina es el sector donde más suelen darse usos innovadores a las tecnologías de impresión 3D. De hecho, la impresión 3D médica se considera un área emergente que explora formas de sustituir a las estructuras biológicas existentes.

Ejemplo de ello es el desarrollo de material personalizado para utilizar en cirugía. Reduce los costes y, sobre todo, el tiempo. Aunque sin duda es la formación médica y las posibilidades de entrenamiento en cirugía con modelos impresos en 3D donde más se ha utilizado esta técnica.

 

Inventos en 3D para mejorar la autonomía

 

En lo que no hay duda es que el diseño en 3D ayuda a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas con discapacidad. Porque cuando el talento y la imaginación se unen a la técnica se consiguen cosas tan útiles como estas:

 

 

  • Silla de ruedas Wheelwear. Desarrollada por Disrupt Disability. Es una silla de ruedas modular que se puede adaptar continuamente al cuerpo, entorno y estilo de vida. Cuenta con mecanismos de liberación rápida para cambiar fácilmente el asiento, el respaldo, las ruedas delanteras, el reposapiés y las ruedas traseras. La personalización de la silla está completamente diseñada y basada en la tecnología de la impresión 3D.

 

  • Cartel en Braille. Permite de manera sencilla generar pequeños indicadores de objetos donde el texto para que se pueda leer cuando esté escrito en tinta y también en Braille.

 

  • Impresión 3D de libros infantiles. Este proyecto, liderado por investigadores de la Universidad de Colorado, pretende convertir libros para niños en una experiencia táctil gracias al uso de impresoras 3D. De este modo, los niños con discapacidad visual podrían “tocar” las historias a medida que sus padres se las leen. Por lo general los niños ciegos no comienzan a leer en braille hasta los seis años. Según afirman los impulsores de este proyecto, este logro ofrece a los niños pequeños y a sus familias la oportunidad de comenzar a leer a una edad más temprana a la vez que les permite comenzar a explorar el mundo con sus propias manos.

 

  • Un pastillero de varias tomas. Facilita la organización de las pastillas que se debe tomar una persona a lo largo del día.

 

  • Un mango para cubiertos. Se puede fijar cualquier tipo de cubierto. También utensilios para que quede sujeto a la mano para aquellas personas que sufran dificultades motoras, que no puedan hacer presión con la mano o simplemente para coger de manera correcta un cubierto.

 

  • Distintos modelos de vasos para poder beber con comodidad en el caso de que no puedan estirar el cuello proporcionando mayor seguridad.

 

  • Pomos en 3D para los mandos de las sillas de ruedas eléctricas.

 

  • Adaptación del reposa antebrazos para que se adapte a la mesa y proporciones mayor soporte a personas que no puedan mantener la postura o necesiten apoyar la mano entera.

 

 

Más inventos para mejorar la vida de las personas con discapacidad

 

El 3D ha abierto un mar de posibilidades para acercar tecnología y soluciones a productos y servicios a un menor precio. Pero no es la única tecnología que está ya mejorando la calidad de vida y bienestar de personas dependientes y con discapacidad. Hay inventos para todo tipo de necesidades.

Desde “gafas inteligentes” para personas ciegas, la mayoría de las personas consideradas ciegas conservan algún tipo de visión. A menudo limitada a la percepción de luz y movimiento a pantallas táctiles que permitan crear figuras y braille. Las gafas inteligentes desarrolladas en la Universidad de Oxford aprovechan esa visión residual de los ciegos para permitirles orientarse y navegar a través de entornos desconocidos. Estas lentes utilizan un sistema de cámaras y software para detectar los objetos cercanos y presentarlos de forma reconocible para el usuario. En cuanto a las pantallas táctiles, hoy en día existen ya aparatos capaces de reproducir caracteres en braille en tiempo real, aunque están basados en piezas móviles que suben y bajan para formar los puntos de los símbolos.

Pero la lista de inventos destinados a apoyar la autonomía de las personas con discapacidad visual no termina aquí. Existe un gran número de APPs desarrolladas para dar soluciones y apoyo a estas personas. Algunas, como los identificadores de monedas son capaces de identificar muy rápidamente los billetes recibidos y reconocer de manera inmediata el dinero que uno tiene en el bolsillo y el que le están entregando como cambio.

Otra aplicación muy interesante es la del Color ID. En este caso, las personas ciegas pueden averiguar el color de los objetos y materiales con múltiples usos. De los estéticos a los más prácticos (como por ejemplo separar a la hora de separar la ropa para realizar una colada). Además, este tipo de aplicaciones sirven también a personas sin este tipo de discapacidad que sin embargo, por su profesión, por ejemplo diseñadores gráficos y artistas, necesiten identificar todo tipo de matices en los colores.

 

Hasta el infinito y más allá

 

En conclusión, la impresión 3D se ha convertido en una alternativa productiva a la industria tradicional que está cambiándolo todo. Esta técnica empleada habitualmente en la ingeniería para la generación de prototipos se ha implementado ya en muchos sectores, y se hace grande como solución para llegar a aquellos que tienen menos recursos.

Esto es así gracias a su bajo coste de materiales y la reducción significativa de equipos necesarios, su gran flexibilidad y enorme capacidad de personalización.

 

Una auténtica revolución para todos los campos que nos apenas nos pone límites para construir todo lo que se necesite. Hasta el infinito y más allá.

 

 


Discapacidad orgánica

Cuando hablamos de una persona con discapacidad, nos referimos, entre otras cosas, a personas que tienen alguna dificultad para desarrollar tareas cotidianas de manera autónoma. Aunque no hay que olvidar que la discapacidad afecta a cada persona de manera diferente y particular. No todas las personas que tienen en mismo tipo de discapacidad lo experimentan o se sienten de la misma forma.

Cuando pensamos en la discapacidad, seguramente lo primero que nos venga a la cabeza sea las denominadas física o la intelectual. Pero no debemos olvidar la discapacidad sensorial, la discapacidad psíquica y la discapacidad orgánica o visceral que, sin lugar a dudas, es una gran desconocida.

 

Tipología de la discapacidad

 

La discapacidad física o motora, como su nombre indica, es la que presenta una disminución importante en la capacidad de movimiento. Y es fácilmente reconocible a simple vista.

La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones a nivel cognitivo que les dificulta determinadas tareas como la comunicación, las destrezas sociales, o el cuidado personal. Una gran parte de las personas con discapacidad intelectual tienen autonomía y solo precisan de determinados apoyos para poder llevar una vida normal.

Cuando hablamos de una persona con discapacidad intelectual, muchas veces tendemos, de manera errónea, a asociarlo con el Síndrome de Down. Efectivamente las personas con síndrome de Down tienen discapacidad intelectual, pero hay otras muchas clases de discapacidad intelectual.

En cuanto a la discapacidad sensorial, es aquella en la que la persona tiene afectado alguno de los cinco sentidos. Las más conocidas son la discapacidad auditiva y la discapacidad la visual.

La discapacidad psíquica es aquella que en la que se presentan alteraciones de conducta y comportamiento derivadas de algún trastorno cognitivo permanentes. Puede ser causada por trastornos como depresión mayor, esquizofrenia, trastorno bipolar, entre otros.

 

Discapacidad orgánica: problemas de invisibilidad

 

Y por último la discapacidad orgánica, también conocida como discapacidad visceral. Muchas personas no son conocedores de su existencia. En este caso la persona con discapacidad orgánica tiene afectados algunos de sus órganos internos, y esto le genera limitaciones en su vida a nivel laboral, social o personal.

Y esto, a menudo, implica no poder realizar esfuerzos físicos, mantenerse de pie mucho tiempo, tener fatiga y dolor crónico, etc…

La discapacidad orgánica puede afectar distintos sistemas como el cardiovascular, inmunológico, hematológico, respiratorio, digestivo o endocrino.

Este tipo de discapacidad es “invisible”, no tiene síntomas claramente identificables. Muchas veces cuesta que se entienda como discapacidad, y tiende a ser infravalorada.  Lo que no se ve, no existe.

A la hora de solicitar determinadas ayudas, o de realizar un diagnóstico adecuado, resulta mucho más difícil “etiquetarlo”. En muchas ocasiones, este tipo de discapacidad no se encuentra ni siquiera en el baremo de valoraciones de discapacidad. Esto supone un verdadero problema para recibir el tratamiento más adecuado o para solicitar algún tipo de ayuda.

 

Discapacidad orgánica y empleo

 

Otro hándicap importante al que tienen que enfrentarse las personas con discapacidad orgánica, es la dificultad para mantener un empleo. Para poder acudir a los especialistas y realizar los tratamientos necesarios, tienen que faltar a su puesto de trabajo más de lo que a la empresa le gustaría. Este absentismo termina causando problemas laborales y, en ocasiones, incluso el despido. Asimismo, la falta de trabajo tiene como consecuencia una falta de recursos que en muchas ocasiones dificulta el acceso a tratamientos que son necesarios por no poder asumirlos.

Por eso es fundamental dar visibilidad a la discapacidad orgánica. Para que el conjunto de la sociedad reconozca y entienda que se trata de un tipo de discapacidad que, como todas, tiene sus características y necesidades particulares.

 

¿Cuántos tipos de discapacidad orgánica existen?

 

En relación al órgano o sistema afectado podemos encontrar diferentes clases de discapacidad orgánica:

 

  • Afectación del riñón: enfermedades renales.
  • Afectación del Hígado: enfermedades hepáticas.
  • Afectación del corazón: cardiopatías.
  • Afectación de los pulmones: fibrosis quística.
  • Afectación del aparato digestivo: enfermedad de Crohn y enfermedades metabólicas.
  • Afectación del sistema linfático: linfedema.
  • Afectación a la coagulación de la sangre: hemofilia.
  • Afectación del sistema inmune: lupus.
  • Afectación del sistema nervioso central:

 

Con la ayuda de todos, tenemos que ayudar a visibilizar este tipo de discapacidad tan desconocida aún. Porque cuanto más se entienda este tipo de discapacidad, mayor respeto y conocimiento sobre ello habrá por parte del resto de la sociedad. Y, de este modo, conseguirán los mismos derechos que cualquier otra persona que tenga diagnosticada otra discapacidad.


Tecnología al servicio de la salud

Es difícil prever lo que nos deparará la ciencia médica, pero qué duda cabe que la irrupción de la tecnología en nuestras vidas ha supuesto una revolución de servicios y avances que han afectado al campo de la salud. Hablamos de la telemedicina y telesalud. La tecnología tiene la capacidad de aportar mayor calidad en la atención médica y de hacerla accesible a más personas. Desde la red como un recurso sustancial para buscar y compartir información, historiales clínicos on-line, control de tratamientos, diagnósticos virtuales… hasta las redes sociales como escaparate para fomentar y motivar el cuidado de la salud y difundir las campañas de sensibilización pública.

De aplicaciones para teléfonos inteligentes a los médicos virtuales, la tecnología ofrece un nuevo catálogo de posibilidades.

 

Orígenes de la medicina y la telemedicina

 

En Mesopotamia, cuando surgen las primeras civilizaciones ya encontramos signos de un gran conocimiento de la medicina. En el propio código Hammurabi se evidencian referencias a los médicos y sus formas de curar. Sin embargo, hasta los egipcios no encontramos una búsqueda de explicaciones científicas vinculadas a los síntomas y las enfermedades.

Pero es en las civilizaciones griegas y romanas donde hallamos un claro exponente de qué es la medicina y lo que supuso para la humanidad. Desde entonces, a diferentes ritmos, pasando por las distintas etapas de la historia, la medicina ha ido creciendo y evolucionando con el hombre. Los avances comienzan a ser notorios en los siglos XIX y XX, con la irrupción de la tecnología. Donde se acumulan los nuevos conocimientos, técnicas, tratamientos y dispositivos médicos.

Con la aparición del telégrafo y posteriormente con la llegada del teléfono se marca el inicio de la telemedicina. La velocidad en la comunicación es un logro, tanto médicos como pacientes podían hablar directamente por teléfono.

Sin embargo, los usos iniciales de la telemedicina tuvieron lugar en la década de los 50. Cuando se empiezan a transmitir vídeos, imágenes y datos médicos complejos. Desde entonces, los beneficios de la tecnología nos brindan oportunidades para que la atención médica sea más eficaz, mejor coordinada y cerca del hogar.

 

Telemedicina y telesalud, ¿en qué se diferencian?

 

Telemedicina es, literalmente, “medicina a distancia”. Una definición más extensa apunta a que la telemedicina es “el uso de las telecomunicaciones y tecnologías de la información (TICs) para proporcionar servicios médicos. Independientemente de dónde estén localizados los pacientes, los profesionales, el equipamiento o la historia clínica”.

La transmisión de imágenes para el diagnóstico remoto, la monitorización remota del paciente, el almacenamiento y reenvío de información y el uso de tecnología interactiva son claros ejemplos de telemedicina.

Mientras que la telesalud es un concepto mucho más amplio. Se puede definir como un fenómeno saludable que aporta educación, diagnóstico y tratamiento vinculados con la salud y conciencia a la población sobre situaciones de su propia salud. La telemedicina solo define el uso de la tecnología para tratar a los pacientes. Pero la telesalud también aborda los servicios no clínicos como las campañas, formación, educación sanitaria, etc.

Estos dos conceptos han revolucionado por completo los servicios médicos convencionales. Tanto como una herramienta clave para diseñar una medicina más sostenible, como una mejora esencial para la salud de aquellas personas que habitan en lugares remotos o de difícil acceso.

 

Beneficios que nos aportan

 

Tanto la telemedicina como la telesalud se configuran como una innovación que está desempeñando un rol de gran importancia en el crecimiento y transformación de los servicios de la salud en el futuro. Por eso, hay ya algunas soluciones frente a los retos y desafíos actuales como el envejecimiento, las enfermedades crónicas, el déficit de especialistas en determinadas áreas geográficas o la necesidad de gestionar grandes cantidades de información, entre otros.

  • Apps del cuidado de la salud
  • Portales médicos electrónicos
  • Monitoreo desde el hogar
  • Médicos y asesoramientos virtuales

 

Estas soluciones son muy útiles para recordarnos cuándo y qué medicinas hay que tomar y gestionar citas médicas. También para registrar valores como el azúcar en sangre, la presión arterial y ver resultados de pruebas. O incluso, tratar enfermedades crónicas como la diabetes o el asma, control de dietas o registro de patrones de sueño. Los servicios convencionales siguen siendo necesarios pero el asesoramiento y seguimiento se realizan de forma virtual, brindando al usuario comodidad y tranquilidad.

Parafraseando a Séneca “No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho” podemos añadir que los pacientes cada vez dan mayor importancia a la rapidez en el tiempo de respuesta y la calidad del diagnóstico.