Aplicación de la tecnología al envejecimiento
En las últimas décadas se viene observando un envejecimiento constante de la población. Esto es debido a un aumento de la esperanza de vida y a una significativa disminución de la natalidad. Por ello, el envejecimiento de la población es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las sociedades avanzadas en la actualidad.
Este envejecimiento puede afectar de forma significativa a la calidad de vida de las personas mayores. Por ello, es importante promover un envejecimiento saludable. Este término, acuñado por la OMS, afirma que el “envejecimiento saludable es el proceso de desarrollo y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez”.
Para poder lograr un envejecimiento saludable es imprescindible contar con la posibilidad de vivir en entornos que favorezcan tanto la capacidad intrínseca de la persona como su capacidad funcional. Y esto se puede conseguir gracias a la tecnología aplicada al envejecimiento.
Envejecimiento autónomo y saludable
La capacidad intrínseca es la combinación de todas las capacidades físicas y mentales de una persona. Incluye su capacidad de caminar, pensar, ver, oír y recordar. Por otro lado, la capacidad funcional comprende las capacidades que permiten a una persona ser y hacer lo que es importante para ella. Incluyendo la satisfacción de las necesidades básicas, la toma de decisiones, la movilidad, el establecimiento de relaciones y la contribución a la sociedad.
Para poder llevar a cabo un envejecimiento saludable y permitir a las personas mayores mantener al máximo su capacidad intrínseca y funcional, contamos con el apoyo de la ciencia a través de las nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC).
Innovación y tecnología aplicado al envejecimiento
Las NTIC pueden servir como instrumento para facilitar la interacción de las personas mayores con las entidades públicas y privadas, el ocio y las relaciones sociales. Pero también pueden mejorar la calidad de vida, su autonomía y seguridad.
Estas mejoras pueden lograrse mediante la implementación de soluciones avanzadas basadas en la tecnología de asistencia o de salud, activación de los servicios de emergencia o de localización.
La innovación en los últimos años ha hecho que las NTIC pasen a formar parte de nuestras vidas y nos ayuden en el proceso de envejecimiento. Por ejemplo, se puede encontrar la implementación de las últimas tecnologías dentro de la vivienda (domótica). Facilita la integración de sistemas de seguridad, bienestar o gestión energética. Esta tecnología puede facilitar que las personas mayores vivan solas y gocen de un mayor nivel de independencia. Además, van a reforzar su seguridad y mejorar sustancialmente su capacidad funcional.
Otra de las soluciones avanzadas para poder mantener un envejecimiento saludable se basa en los servicios de teleasistencia. Estos dispositivos permiten disminuir el aislamiento y la soledad, así como contactar con los servicios de emergencia en caso de ser necesario, de forma fácil y rápida.
Wearables y sensores para mejorar el bienestar
Así mismo, en los últimos años han surgido otros dispositivos como los wearables o las pulseras inteligentes. Pueden medir el ejercicio realizado, variables de salud (como la frecuencia cardíaca), el descanso nocturno o la localización de la persona que lo lleva. Estos datos pueden contribuir a la toma de decisiones médicas o incluso a poder realizar diagnósticos más precoces.
Las nuevas tecnologías no solo contribuyen a mejorar la capacidad funcional de las personas mayores, sino que también pueden contribuir a la mejora de la capacidad intrínseca. Esto se puede llevar a cabo mediante la estimulación tanto sensorial como cognitiva, realizada mediante aplicaciones o juegos en tablets y ordenadores. Fomentan el uso de determinadas zonas del cerebro evitando su atrofia y debilitamiento, así como el incremento de la fragilidad general. Del mismo modo, también están focalizadas en la estimulación sensorial mediante ejercicios visuales y auditivos.
Algunas de estas aplicaciones y utilidades de la tecnología las podemos encontrar dentro del sistema de ViveLibre Movilidad. Es un servicio que se presta a través del móvil del usuario para permitir una vida más autónoma aumentando su seguridad y tranquilidad. De esta forma contribuye a un envejecimiento saludable.
Este sistema dispone de un sistema de localización, recordatorio de medicación y de citas médicas, sistema de alertas (como avisos de la salida de una zona segura o de batería baja), así como un botón que contacta directamente con la Unidad de Apoyo. Está operativo las 24 horas, todos los días del año. Además, los familiares pueden disponer de una aplicación para poder realizar en todo momento un seguimiento de la situación y localización del usuario si éste lo permite.
Toda esta tecnología puede ayudar a mejorar el funcionamiento de las personas mayores y contribuir a mantener un envejecimiento saludable. Así, además de ser más independientes y seguir realizando muchas actividades, se reducirán problemas como la ansiedad y la depresión en los mayores. Porque fomentar la autonomía siempre mejora las capacidades intrínsecas y funcionales de las personas. Y ese es el mejor uso de la tecnología aplicada al envejecimiento.
Neuroeducación: beneficios de educar nuestro cerebro
La cultura “neuro” afirma que la esencia del ser humano, y en ello está incluido el aprendizaje y la educación, tiene que ver directamente con el funcionamiento del cerebro. Esta corriente que cada día se afianza más, señala que la memoria, la atención y todo tipo de aprendizajes esenciales como la lectura, son inherentes al desarrollo del cerebro. Hasta puede constatarse con datos en qué parte, de qué manera y en qué momento se producen estas conexiones. Por ello, es imprescindible introducir esta área de la ciencia como un elemento para la educación y el estudio: la neuroeducación.
Neuroeducación: estudiando con el cerebro
La neuroeducación consiste básicamente en saber cómo funciona el cerebro y transmitir esos conocimientos a la educación. Analizar el desarrollo del cerebro humano y su reacción a los estímulos es fundamental para sacarle el máximo rendimiento en su época de crecimiento.
Desde el punto de vista educativo, conocer el desarrollo del cerebro mientras crece es clave para saber cómo generar un aprendizaje profundo y eficiente. Científicos como Paul MacLean ya ayudaron a diseccionar el cerebro hace varias décadas y aseguró que el neocórtex es la parte del cerebro encargada de las funciones cognitivas superiores. Y que estas se van desarrollando desde el nacimiento hasta los 20 años de edad aproximadamente. Por esta razón, el aprendizaje debe ser progresivo y de acuerdo al desarrollo neuronal de cada estudiante.
Emoción y educación
La neuroeducación establece lazos entre la neurociencia y las aplicaciones en la educación para unificar los métodos de enseñanza de los profesores en línea con el desarrollo de los alumnos.
Uno de los aspectos más importantes que refuerza el vínculo entre el funcionamiento del cerebro y la mejora del aprendizaje es el estudio sobre las estrategias cognoscitivas. Estas estrategias hacen referencia a las actividades mentales que desarrolla la persona durante el proceso de aprendizaje y que influencian así el modo en el que presentar la información.
Así, recuerdos, elementos que impulsen la motivación o que den solución a problemas hacen más rápido y eficaz el aprendizaje.

Según señala otro especialista, el catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense, Francisco Mora, “en el corazón de la neuroeducación está la emoción”. La neurociencia enseña hoy que “el binomio emoción-cognición es indisoluble, intrínseco al diseño anatómico y funcional del cerebro. Toda información sensorial, antes de ser procesada por la corteza cerebral en sus áreas de asociación (procesos mentales, cognitivos), pasa por el sistema límbico o cerebro emocional, en donde adquiere un “colorido emocional”. Y es después, en esas áreas de asociación, en donde, en redes neuronales distribuidas, se crean las ideas, los elementos básicos del pensamiento.
De modo que el procesamiento cognitivo, por el que se origina el pensamiento, ya se hace con esos elementos básicos que poseen un significado, de placer o dolor, de bueno o de malo. De ahí lo intrínseco de la emoción en todo proceso racional, lo que implica aprender y memorizar. Por lo tanto, un enfoque emocional es clave para enseñar.
Beneficios de la neuroeducación
La neuroeducación posee muchas ventajas en el ámbito educativo. Aquí destacamos las más importantes:
- Mayor eficacia. Si conocemos el cerebro de una forma especializada, sabremos cómo este se puede aplicar al aprendizaje y, por tanto, beneficiará en la asimilación de contenidos.
- Consolidación de los conocimientos adquiridos. A partir de la neuroeducación, se pueden crear estímulos al alumnado que mejoren el recuerdo.
- Priorizar las habilidades al conocimiento. Además del contenido es necesario utilizar diferentes estrategias de aprendizaje, a través de la experimentación. Asímismo, la educación emocional es imprescindible. Todo ello, beneficiará las habilidades cognitivas del alumnado.
- Prevención de problemas en el aprendizaje. Adaptar y corregir pautas, con el objeto de eliminar el fracaso escolar.
- Fomentar la curiosidad y la atención entre el alumnado. Si sabemos transmitir al alumnado la emoción, interés o curiosidad por nuestra lección, sabremos motivarlos y, por consiguiente, prestarán una mayor atención en nuestras clases.
Conocer nuestro cerebro para llevarlo lo más lejos posible, a cualquier edad. La neuroeducación es, en definitiva, un campo de la neurociencia nuevo, abierto, lleno de posibilidades que eventualmente debe proporcionar herramientas útiles que ayuden a aprender y enseñar mejor. Pero, sobre todo, además de hacernos más eficaces y competitivos, facilitar el conocimiento en un mundo cada vez de más calado abstracto y simbólico y mayor complejidad social.
Cómo afecta la pérdida auditiva a las relaciones sociales
Los síntomas del envejecimiento no siempre son los mismos para todo el mundo, pero sí hay ciertos síntomas que podemos generalizar. Uno de los más habituales, que todo el mundo asocia con la edad es la pérdida auditiva.
Suele aparecer poco a poco, de manera progresiva y en ocasiones, la persona no se da cuenta hasta que ya es tarde. Por eso es importante detectar los primeros signos. El primer signo que nos puede alertar de que se está produciendo una pérdida de audición es la dificultad para comprender las palabras cuando el ruido de fondo es elevado (por ejemplo, en un restaurante).
Aislamiento social y pérdida auditiva
El no escuchar a los demás implica no poder interactuar con otras personas. Al principio se pueden perder en algunas palabras, pero poco a poco van dejando de escuchar conversaciones enteras y se va produciendo un aislamiento social que a menudo deriva en tristeza y depresión. Incluso, en ciertos entornos, el tener que repetir el mensaje constantemente, o las preguntas que no se llegan a responder pueden resultar molestas o incomprendidas por muchas personas que no sean conocedoras del problema.
Por estos motivos, es necesario detectar a tiempo el problema y poner así los medios necesarios que eviten este aislamiento, que puede generar problemas mayores de distinta índole.
En un primer momento, cuando la persona empieza a no escuchar bien, cree que son los demás los que no hablan lo suficientemente alto. No asumen que el problema pueda ser suyo, sino que tienden a culpar al interlocutor.
Hay que tomar conciencia de que si la pérdida auditiva no se trata y se asume como algo típico de la edad, esta deficiencia puede empeorar hasta el punto de no poder o no querer esforzarse para participar en las conversaciones. Por lo tanto, quedan fuera del mundo que les rodea. No hay que minimizar este aislamiento social porque tienen como consecuencia un aumento del deterioro cognitivo producido por falta de estímulos, que además, acelera el proceso de envejecimiento.
Por ello, tal y como hemos dicho, es importante que la familia detecte a tiempo los primeros síntomas de pérdida de audición y se comprometan a hacer ver al familiar la necesidad de poner una solución a tiempo.
Audífonos, la solución perfecta
Los audífonos son claves para volver a conectar a la persona mayor con el mundo. Proporcionan ayuda al cerebro para procesar la información sonora y mantienen la actividad cognitiva. Escuchar a los demás y participar socialmente, mejora la autoestima y la calidad de vida de la persona con pérdida de audición.
Alguno de los síntomas que pueden alertarnos de que se está perdiendo audición son: en el momento en que la persona deja de participar en las conversaciones, cuando antes sí lo hacía; dificultad para escuchar correctamente cuando le llaman por teléfono, o si habla en un tono demasiado alto. Otro síntoma claro, es cuando la persona tiende a subir el volumen de la televisión más de lo normal o si pide que repitas lo que has dicho constantemente.
Una vez detectado el problema, es importante pedir cita con el otorrino para que pueda valorar la pérdida auditiva y hacer un diagnóstico para buscar la mejor solución posible.
Recuerda que tener una buena salud auditiva es clave para tener una buena calidad de vida. Y el uso de audífonos ayuda a mantener las relaciones, mejora la capacidad de escucha y fomenta una vida lo más normalizada posible. Así las reuniones con gente pasan a ser parte del día a día y no un lugar incómodo por la pérdida de información constante.